SANTIAGO VERÓN

SANTIAGO VERÓN

Llegando a los 75 años, Santiago Verón se apresta a producir un nuevo trabajo discográfico en este 2015. Llegado hace casi 60 años desde Laguna Brava, hoy en Corrientes recuerda de su padre don Santiago Verón de quién aprendió el amor a nuestro chamamé. Su padre era músico amateur, acordeonista y chacarero. Por su amistad con Roque Librado González pudo ya alos 17 años pertenecer al conjunto de don Tránsito Cocomarola haciendo dúo con Simón de Jesús Palacios. Una vez que el dúo Vera Lucero se disvinculó de la conformación del "taita", ingresó este dúo Verón Palacios, que ya andaba haciendo ruido por los barrios de Corrientes. Esto ocurrío cerca del año 1956 dejó rerflejado el Zorzal.

Santiago afirma que el dúo Verón Palacios estuvo cerca de 10 años con Cocomarola y luego, por el crecimiento natural de todas las cosas, ya debían volar solos y se desvincularon conformando el Conjunto Verón Palacios. Han sacado LP en Music Hall, CBS columbia y Emi odeón.

Santiago Verón y Simón de Jesús Palacios estuvieron a cargo del conjunto con nombre propio durante 20 años. Luego se independizaron ambos: Simón continuo con el dúo Verón Palacios y Santiago Verón pasó a conformar parte del prestigioso conjunto Los Chaqueñísimos Cardozo junto a Faustino Rodríguez, Juan Benítez, Porfirio y Gabriel Cardozo. Dicha integración de Los Chaqueñísimos logró 2 discos de oro por las grandes ventas de aquellos tiempos.


Pero como ya era tiempo y ya debía ser solista por su gran trayectoria, hace un poco más de 2 décadas comienza "Santiago Verón y su Conjunto" hasta hoy en día. Hoy, acompañado por su gran tesoro y nieto Hugo.


Apróximadamente 25 son los discos que ha editado en toda su gran trayectoria Santiago Verón y permanece auténtico, de corazón humilde y con ganas de seguir trabajando y cantando, aunque la vida en ocasiones ponga dificultades de salud pero que con la fuerza de Santiago las supera y este Zorzal sigue cantando para toda su gente. Gracias Santiago Verón por tu voz, talento, humildad, fuerza y ganas de seguir en el auténtico y respetuoso chamamé.